El polémico dirigente renunció a la presidencia de la Federación Española de Fútbol tras la sanción de la FIFA por besar sin consentimiento a Jenni Hermoso en la premiación del Mundial.
Este domingo Luis Rubiales renunció a su cargo como presidente de la Real Federación Española de Fútbol luego de que la FIFA lo suspendiera debido a la denuncia que recibió de parte de la Fiscalía española «por agresión sexual y coacciones» contra Jennifer Hermoso, jugadora de la Selección, por haberle dado un beso en la boca sin su consentimiento en la ceremonia de premiación del Mundial de Australia – Nueva Zelanda.
Vale recordar que poco días después del bochornoso episodio que protagonizó, el dirigente dio un discurso de no-dimisión en el que además intentó justificar el beso a la futbolista. En esa conferencia estuvo apoyándolo Jorge Vilda, DT del seleccionado español femenino, al que luego la RFEF presidida internamente por Pedro Rocha, despidió para empezar a borrar el «rubialismo» del combinado nacional.
Además, el pasado martes la Fiscalía española informó que Jenni Hermoso presentó una denuncia judicial contra Rubiales, algo que era imprescindible para que la vía penal avanzara, después de que la fiscalía de la Audiencia Nacional la iniciara con la apertura de una investigación contra el directivo por un «presunto delito de agresión sexual».
Luego de toda la exposición mediática y el repudio generalizado por su comportamiento, este domingo, Rubiales le dio una entrevista al periodista británico Pierce Morgan y difundió una carta dónde reveló que había decidido renunciar a la presidencia de la RFEF.
En la misma expresó que también dimitió a su cargo como vicepresidente de la Unión de Federaciones Europeas de Fútbol (UEFA).
«Tras la veloz suspensión realizada por FIFA, más el resto de procedimientos abiertos contra mi persona, es evidente que no podré volver a mi cargo. Insistir en quedarme a la espera y aferrarme a ello no va a contribuir a nada positivo, ni a la Federación ni al fútbol español. Entre otras cosas, porque hay poderes fácticos que impedirán mi vuelta», dice parte del escrito de Rubiales.
A su vez, se defendió de las acusaciones: «Tengo fe en la verdad y voy a hacer todo cuanto esté en mi mano para que prevalezca. Mis hijas, mi familia y la gente que me quiere han sufrido los efectos de una persecución desmedida, así como muchas falsedades, pero también es cierto que en la calle, cada día más, la verdad se está imponiendo«.
La carta completa de Rubiales
Cómo sigue la causa
Al margen de su renuncia, en las últimas horas se conoció que la fiscal Marta Durántez le solicitó a las autoridades australianas que analizaran el proceso contra él por agresión sexual y coacciones para determinar si es considerado un delito en ese país ya que el hecho ocurrió en Sydney.
Hay que tener presente que para que la causa continúe su rumbo y Rubiales pueda ser juzgado es necesario que se de la doble incriminación, o sea, que el hecho sea un delito para las leyes de ambos países, según lo exige la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPD).
Por su parte, como los implicados son dos españoles en el extranjero, el Ministerio Público de España puede instruir el procedimiento.
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