Bonsegundo: «Seguimos lamentando algo que, a este ritmo, va a costar alcanzar»

   

Su amor por la celeste y blanca, el reclamo por los cambios profundos que no llegan y su admiración por Estefanía Banini. Florencia Bonsegundo se despidió de la Selección Argentina con un emotivo y contudente texto en sus redes sociales. 

Por Ileana Manucci, desde Australia – Nueva Zelanda

Era un secreto a voces. Ella había dado algunos indicios, pero su decisión estaba en off aún. Este viernes 4 de agosto, dos días después de la eliminación de Argentina del Mundial y de una fuerte lesión que la sacó del partido -donde era figura- a los 30 minutos del primer tiempo, Florencia Bonsegundo oficializó su salida de la Selección.

«Se fue el último, pasaron ya casi 14 años de mi debut con la Selección y no puedo estar más orgullosa de haber vestido tanto tiempo la celeste y blanca», comienza diciendo el texto que la futbolista publicó en su cuenta de Instagram.

Bonse fue parte de los reclamos por mejoras en la Selección luego del Mundial de Francia 2019. Ese reclamo fue encabezado por Estefanía Banini, a quien le costó que Carlos Borrello no volviera a convocarla. Florencia sí fue citada, pero en solidaridad con su compañera, y para ser consecuente con lo que se estaba pidiendo, rechazó esas convocatorias. Estuvieron más de dos años sin vestir la celeste y blanca, hasta la llegada de Germán Portanova.

La eliminación de Argentina de este Mundial sin haber podido conseguir el objetivo de ganar un partido, también fue puesto sobre la mesa en este posteo despedida de la futbolista cordobesa: «Hoy volvemos a demostrar que seguimos detrás de potencias, que aún falta muuucho trabajo. Trabajo personal de cada jugadora, trabajo dirigencial, trabajo social, trabajo en los clubes y federación, trabajo GRUPAL».

 

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«Positivo, nuestra propuesta en cada partido sin importar el rival sabiendo las diferencias q tenemos, visibilidad y niñas queriendo patear una pelota. No vamos a mentirnos, el fútbol femenino si que ha crecido, pero el resto creció el doble y seguimos detrás. Seguimos lamentando algo que a este ritmo va seguir costando alcanzar de verdad«, señaló de forma contundente y dejando en claro que a nuestro fútbol local y al proyecto de selecciones aún le falta mucho. ¿Atenderán estas palabras en AFA o seguiremos sacrificando los mejores años de nuestras mejores futbolistas?

«Hemos dejado la vara alta! Alta de luchar contra todos, alta de pedir respeto e igualdad, alta de pedir ayuda y ser ignoradas», dice con claridad Bonsegundo. «Ojalá las futuras generaciones crezcan pensando en solo jugar al fútbol».

Dejarlo todo y más

Hablando de varas altas, Bonse se va de la Selección siendo una de las mejores jugadoras de la historia, la de los goles importantes: los dos de la remontada ante Escocia en Francia y el del triunfo frente a Paraguay en la Copa América 2022 para conseguir la clasificación a este Mundial.

«Argentina te llevo en mi ♥️ siempre fue amor. Y se que siempre dejé hasta mi última gota por vos, hoy dejé hasta mi rodilla en la cancha. Te deseo lo mejor y seré una hincha más alentándote. Gracias infinitas a mi familia, amigos, club y todos los argentinos que nos alentaron en cada partido y cada competencia. A los de verdad», concluyó la cordobesa.

Banini y Bonsegundo, siempre

El último párrafo del texto está dedicado especialmente a Estefanía Banini, a su rol como jugadora y referenta, a la historia que tienen en común: «Líneas aparte y admiración total para mi compañera Estefi, te vas pero dejás un legado inmenso, por todo lo que te has ganado y todo lo que hiciste por el fútbol femenino. Te lo dije, sos la jugadora más influyente e importante que tuvo y tendrá esta disciplina, llevaste nuestra bandera al más alto nivel».

Bonsegundo no se guarda nada y pone a Banini en el lugar que siempre tuvo ganado por derecho, talento y personalidad: la de capitana y 10 del equipo. «La de las palabras justas y frontal siempre! ©️ referente. Siempre tendrás la 🔟 por más que otros te la hayan quitado. Te quitaron años de fútbol pero vos ganaste mucho más, estoy feliz de haber estado a tu lado en momentos donde nadie nos extendió la mano. Gracias por regalarnos tu magia», termina el texto.

Rompieron todo

Para quienes seguimos al fútbol femenino y, en especial, a la Selección, esta despedida no nos deja más que una sensación de desolación. Como bien dice Bonsegundo, es claro que se han dado avancen en la disciplina en nuestro país: el comienzo de la profesionalización y un proyecto de selecciones un poco más serio, son muestra de eso.

Pero a la vez queda de manifiesto que eso fue ganado por estas futbolistas que hoy ya están cansadas. Hartas, para hablar con claridad y propiedad. Lucharon, alzaron la voz y fueron borradas de la Selección por eso. Volvieron, si, pero lejos de conformarse siguen reclamando lo que entienden que es justo y necesario para que Argentina crezca y se desarrolle, para que objetivos como el que se vino a cumplir a este Mundial sean finalmente una realidad. Y parece que del otro lado no están recibiendo respuestas a eso que piden.

Lo dijimos el miércoles luego de la eliminación frente a Suecia, nuestras futbolistas tienen garra y amor por la camiseta, pero se necesita más para conseguir resultados en un Mundial. Y en eso la mayor responsabilidad la tienen los dirigentes, los clubes, la AFA. Si nuestro fútbol no apuntala un fuerte proceso de crecimiento, serio, con un plan a futuro, la pura voluntad de las futbolistas no podrá cambiar el rumbo.

Florencia Bonsegundo y Estefanía Banini, las dos máximas referentas del fútbol femenino de nuestro país, están dejando la Selección Argentina cuando ambas podrían seguir regalandonos su magia por algunos años más y cuando además, ambas, están en el pico de sus carreras en Europa. Es una picardía imperdonable.

¿Y cómo salimos de esta desolación? No hay una sola respuesta. Pero si a los dirigentes les cabe la mayor responsabilidad en cuanto a los planes de desarrollo, a la nueva generación de futbolistas les toca recojer las banderas que estas referentas dejan. Ya quedó demostrado que sin lucha nada avanza. Ahora es tiempo de seguir reclamando para que no se retroceda y para profundizar lo ganado.