La ciudad donde Argentina jugará su partido frente a Sudáfrica es muy diferente a Auckland. Kilómetros de playas, auroras australes, la calle más empinada y un 15% de su población integrada por estudiantes universitarios, alguna de las características de Dunedin.
Por Ileana Manucci, enviada especial a Nueva Zelanda
Tras el debut con derrota ante Italia, la Selección Argentina debió subirse a un avión para recorrer los 1425 kilómetros que separan Auckland de Dunedin, la ciudad donde este jueves a las 21 (hora argentina) deberá enfrentar a Sudáfrica.
En un vuelo de dos horas, dejamos atrás la ciudad más poblada de Nueva Zelanda para ir al otro extremo del país, en la isla sur. Auckland nos despidió gris, ventosa y con una lluvia torrencial -algo bastante habitual- y Dunedin nos recibió con un cielo celeste, el verde de sus colinas y un sol calentito que nos renovó las energías.
Si, el clima por estos lados, en esta época del año, no es de los más amable. Quizás la FIFA debería tomar nota para futuras sedes. Si se cambió el calendario para huir del calor agobiante de Qatar en junio, ¿por qué no tener esos mismos recaudos con el certamen femenino?
Fútbol en tierras de ovalada
El ambiente mundialista, ese que resaltamos en Auckland, es un poco más tranquilo acá en el sur. Quizás por ser una ciudad más pequeña -tiene poco más de 120 mil habitantes-, con un ritmo de vida más calmo, la Copa del Mundo está presente pero a la espera del gran partido que alojará el domingo: Nueva Zelanda vs Suiza. Para ver a la selección de su país, los locales ya agotaron la capacidad del Estadio Forsyth Barr.
Hay cartelería del Mundial, hay merchandising, pero el Fan Festival está a medio armar. Se prevé que este listo, claro, para el domingo. Nuestro chofer y guía, un argentino que hace más de 20 años que vive en estas tierras, nos dice que la ciudad esperaba este evento pero que el fútbol está lejos de ser el deporte más popular. Lo sabemos, el rugby es todo acá.
Pero parece no haber ciudad en el mundo indiferente a la celeste y blanca, y para el duelo del viernes al mediodía (hora de Dunedin) los compatrioras que viven por estos lados ya organizaron una caravana para alentar al equipo. Saldrán desde una plaza en el centro de la ciudad con banderas y a puro aliento, y también ya tienen listo el post partido con un menú de empanadas, choripan y fernet con coca.
Identidad universitaria
Dunedin es una de las ciudades más antiguas de Nueva Zelanda y tiene, en efecto, la universidad más importante del país -tras la de Auckland- la Universidad de Otago, fundada en 1869, lo que la convierte en la más antigua de este país.
Con una matrícula de unos 20 mil estudiantes, las y los jóvenes de todo el país y del extranjero que llegan para cursar aquí sus carreras, le imprimen una personalidad particular a la ciudad y son los responsables de que el promedio de edad de Dunedin sea más bajo que el del resto del país (35 años contra 35,9).
De esta universidad histórica se egresó la primera abogada mujer en la historia de Nueva Zelanda, Ethel Benjamin (1875–1943). Se matriculó en 1893 y se graduó en 1897. Luego fue procuradora de la Corte Suprema de Nueva Zelanda.
También en 1897, Margaret Cruickshank se convirtió en la primera doctora registrada en Nueva Zelanda, egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Otago. Murió en 1918 víctima de la influenza, tras un trabajo incansable durante la pandemia de esta enfermedad. En 1923, los residentes de Waimate erigieron una estatua en su honor siendo uno de los pocos monumentos conmemorativos de Nueva Zelanda a una mujer que no sea la reina Victoria.
Récord Guinnes y maravillas de la naturaleza
Dunedin ostenta también tener la calle más empinada del mundo. Se trata de la Baldwin Street, una calle de 350 metros que tiene una pendiente del 35% y por eso aparece en el libro de los Records Guinness.
Por cada 2.86 metros que se avanza en sentido horizontal, se asciende un metro. En este vídeo de YouTube se pueden ver algunas imágenes de Baldwin Street y las casas construidas a lo largo de ella.
Pero además de sus kilómetros de playa sobre el Pacífico y sus colinas verdes de ensueño, en Dunedin se puede ver la contraparte sureña de la aurora boreal, la «aurora australis», también llamada acá southern lights (luces del sur).
La ciudad está en una latitud sur muy alta y por ofrece algunos paisajes espectaculares para perseguir las luces. De todas formas, para ver estas auroras se requiere una actividad solar más grande que las boreales, así que no es tan sencillo verlas.
Sumate a LaDiezFC
Sabemos que no todos pueden pagar para leer noticias, por eso no restringimos nuestros contenidos. Si no podés pagar, podés seguir leyendo gratis.
Pero si podés hacerlo, te damos dos razones para bancar a La Diez:
- Hay muy pocos medios que difundan al fútbol femenino. Somos la única web de Santa Fe y una de las pocas en el país.
- Somos un medio cooperativo. Todo es a pulmón, por eso tu aporte va directo a sostener lo que hacemos.
¿Quéres bancar a La Diez con un aporte? Para nosotros/as va a ser muy importante.
Socio Adherente $450 Socio Activo $700 Socio Pleno $1000