En el marco de la presentación de la Copa Santa Fe 2019, el vicepresidente de Colón, José Alonso, se despachó con una buena cantidad de frases machistas.
Por Ileana Manucci
El viernes 22 de marzo fue un día histórico: en la Casa de Gobierno se presentó el certamen de fútbol que por primera vez será jugado por mujeres de diferentes puntos de Santa Fe.
Luego del acto al cual asistieron jugadoras de diversos equipos y autoridades, y en el que se remarcó siempre la importancia de esta iniciativa para el desarrollo del fútbol femenino y de la igualdad entre varones y mujeres en este deporte, el vicepresidente de Colón, José Alonso, dejó un tendal de repudiables frases machistas.
En diálogo con Radio GOL 96.7, «argumentó» que el atractivo que tiene el fútbol jugado por mujeres se da por tres características: «primero, reúne más a la familia que el fútbol masculino, porque la mujer es el centro del hogar; segundo, que el cuerpo femenino es mucho más elegante y seductor que el del fútbol masculino, no por la seducción femenina, sino por su figura; y tiene una condición de los mejores goleadores del mundo, un zapato de 35 a 38. Son realmente tres condiciones que hay tener en cuenta» (el audio completo se puede escuchar acá).
Aunque luchamos todos los días por construir un mundo más justo e igualitario, sabemos que este tipo de discursos todavía siguen presentes, enquistados en ciertas instituciones y, sobre todo, en el fútbol, un espacio donde los machistas resisten, aunque cada vez pierdan más y más lugar ante el firme avance de las mujeres.
No sorprenden estas declaraciones, aunque a esta altura ya esperamos que los dirigentes de los clubes puedan empezar a registrar el cambio cultural tan fuerte que se está dando fuera -pero también dentro, con jugadoras e hinchas- de las cuatro paredes de sus clubes.
La idea de la mujer como centro del hogar, como quien une a la familia, con un rol de contención, entrega y amor abnegado, no resiste análisis ni constatación. La mujer no tiene esas «características» o «atributos» innatos, son roles asignados por el sistema patriarcal para mantenerla ahí, en la esfera privada, dedicada a las tareas de cuidado y reproducción.
Entre las futbolistas hay madres, hijas, sobrinas; estudiantes, amas de casa, empleadas, profesionales; heteros, tortas, no binaries; con botines 35 o 42. Y las hay con cuerpos diversos -por suerte-, bastante lejos de la belleza hegemónica tallada a base de trastornos alimentarios o dietas inhumanas. Eso tampoco se le perdona al fútbol de las pibas: los machos quieren ver mujeres que puedan consumir, y una chonga corriendo detrás de una pelota rompe todo lo que para ellos debe ser una mujer.
Hace dos semanas atrás la AFA anunció el comienzo de la profesionalización del fútbol femenino en el país. Aunque no parece estar en sus planes por el momento, sería importante que este camino de desarrollo también contemple instancias de capacitación a dirigentes y autoridades de los clubes, para que no tengamos que escuchar nunca más burradas como las que dijo el vicepresidente de Colón.
Y mientras reflexiona sobre sus dichos, sería importante que la dirigencia sabalera le de a sus jugadoras el lugar que merecen como representantes del club y que no sea necesario que tengan que estar, nuevamente, haciendo rifas y ventas para comprarse ropa de entrenamiento.
No se va a caer, lo vamos a tirar a pura gambeta y gol.
#COLÓN || ¿Quieren ayudar a las chicas de fútbol femenino? Ellas están vendiendo bolsones de pastas a sólo $120. El motivo es porque quieren comprar indumentaria y necesitan hacer estas actividades para conseguir el dinero. Recibo pedidos y sino un RT no les cuesta ??⚫ pic.twitter.com/hQ65RIwsMV
— José Augusto (@JoseALacher93) 27 de marzo de 2019
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