“Al puesto de arquera no se le da la importancia que merece”

   

En el Día de la Arquera argentina, La Diez dialogó con Mariana Ferraris, golera de El Quilla, acerca de su experiencia bajo los tres palos. También Naila Zaninetti y Juliana Carpio, jóvenes promesas de Unión y Colón, dieron su testimonio. 

Por Brenda Panizza

El 22 de abril se conmemora, de manera no oficial, el Día de la Arquera Argentina en homenaje al nacimiento de Marta Soler, la primera arquera mundialista del país e integrante de la Selección que goleó a Inglaterra por 4-1 en el Mundial de México 71. 

El puesto de guardametas suele ser uno de los más complicados y, en un fútbol femenino que aún está en desarrollo, la mayor deuda parece estar con las valientes que se calzan los guantes, que muchas veces se hacen cargo del puesto por una necesidad colectiva, y no por gusto propio. 

22 de abril, Día de la Arquera

Así fueron los inicios en el arco de Mariana Ferraris. La portera de El Quillá confesó que no fue por una elección propia ponerse la camiseta número 1: “Cuando jugaba en UNL en mitad de torneo nos quedamos sin arquera y yo me puse los guantes. Solo hacía medio año que estaba jugando en la liga. Y bueno, fue en ese momento que me di cuenta que había ‘encontrado el puesto’ adentro de la cancha. Aunque fue medio difícil al principio, me encantó y ahí me quedé”. 

Esto hace que muchas de las arqueras no cuenten con la debida preparación para defender la posición y vayan aprendiendo partido a partido. “Mi formación comenzó de la mano de una compañera, que tenía muchos años de Liga Santafesina, y pasó por algunos equipos de Buenos Aires. Era Caro Gutiérrez, que compartimos equipo en UNL, y con ella crecí muchísimo. Digamos que mi aprendizaje fue sobre la marcha, con ella y con cada uno de los DTs y profes con los que trabajé tanto en los clubes como en el selectivo. Durante la pandemia, además, hice entrenamiento con el arquero de la selección de amputados, Miguel Lemos”, contó Mariana en diálogo con La Diez. 

Además, la arquera del Tiburón reflexionó sobre lo ingrato que suele ser el puesto, ya que un error de la portera puede terminar en gol y no hay marcha atrás: “Si bien siempre hay algo de responsabilidad individual en cada acto, en El Quilla sabemos que el error o el acierto de una es el de todas. Y saber que tu equipo te apoya, te alienta en todo momento, y que lo hará pase lo que pase, le quita mucho peso a esa responsabilidad”, y agregó: “Trabajar la seguridad personal creo que es algo clave también. Entender que un error no nos define, lo que nos define es que hacemos después con ese error.  Es un trabajo continuo, que no debe detenerse en ningún momento”.

Mariana Ferraris se define como una jugadora que constantemente mide los espacios, distancias, velocidades, hasta el viento y el sol: “Ser calculadora es mi herramienta principal”, asegura. Con esa misma autocrítica hace hincapié en la importancia que las arqueras tengan su día: “Creo que en la mayoría de los clubes es un puesto al cual se le presta la menor atención, es muy raro ver entrenadorxs de arqueras en los planteles femeninos por ejemplo, ni hablar de que sucede todo el tiempo esto que me pasó a mi, el equipo se queda sin arquera y se pone los guantes la primera que se anima. Estas cosas suceden porque no se le da al puesto la importancia que merece”.

Pero más allá de las dificultades, reconoce que el fútbol le regaló momentos inigualables que la hicieron sentir plena como arquera: “Hubo un partido contra Unión en el predio de la Liga (yo jugaba para UNL), un triangular final si mal no recuerdo, donde tape varias pelotas y me maneje con mucha seguridad. Y otro contra Alvear, ya jugando para El Quillá,  también en un triangular final, donde me sentí con mucha seguridad y saque varias pelotas, ese partido terminó 2 a 0 a favor nuestra y nos dejó en la puerta del campeonato. Inolvidable”. 

Por último, Mariana dejó un mensaje para toda una nueva camada de futbolistas: “El consejo para las peques es siempre seguir al corazón. Luchar por lo que deseamos y por lo que queremos ser, en el fútbol y en la vida”, cerró la experimentada arquera. 

El futuro llegó hace rato 

Naila Zaninetti de Unión y Juliana Carpio de Colón, son dos jóvenes arqueras que vienen creciendo a pasos agigantados en la reserva de sus equipos y quienes, a diferencia de las más grandes, si optaron por gusto ubicarse debajo de los tres palos. 

“Elegí ser arquera porque siempre me había llamado la atención el puesto y me gustaba”, cuenta Naila, en tanto que Juliana recuerda: “Llegué a ser arquera por casualidad. Acompañaba a mi hermana a entrenar y me sume. La entrenadora me preguntó de qué jugaba o de qué me gustaría jugar, y yo dije ‘no sé, arquera’, y ahí empecé a entrenar. En ese entonces jugaba barrial solamente”. 

Ambas reconocen que no es una posición fácil de ocupar, sin embargo fueron consiguiendo las herramientas necesarias para afianzarse: “Los errores te pueden jugar muy en contra en la cabeza, pero con el tiempo lo vas aprendiendo a llevar y controlar, cuesta pero cuando a una le gusta, lo consigue” afirmó la arquera tatenga. 

“Yo intento estar tranquila, no salir demasiado, no confiarme, recalcando siempre en mi cabeza ‘no cometas un error’ y si pasa eso, bueno, pero se intenta no cometer ese error otra vez. ¡De todo se aprende!”, explicó la sabalera. 

En cuanto a la fecha que hoy reconoce su labor, Juliana destacó: “Las arqueras casi nunca resaltan por lo bueno que han hecho sino por los errores que han cometido, pero somos algo importante para el equipo, y es importante que lo vean todos. Este día reconoce todo el esfuerzo que hacemos para nosotras mismas y para el equipo”. En esta misma línea, Naila agregó: “Todavía hay personas que no reconocen todo el trabajo y esfuerzo que tiene de atrás el puesto, por eso este día significa mucho”.

La posición que ocupan dentro del campo no es lo único que Zaninetti y Carpio tienen en común, sino que las dos coinciden en que sus máximas referentes son sus compañeras de Primera División: “Si bien me gusta mucho Dibu Martínez, admiro a mi gran compañera Fabi Diaz”, confesó Naila. 

Y Juliana continuó: “Alguien que admiro mucho es la arquera de Primera de Colón, Silvia Ledesma. Creo que ella no lo sabe, pero la admiro, es muy buena arquera y es un muy buen ejemplo a seguir. No le importan las opiniones de los demás, no los escucha y toma todo eso para motivarse a sí misma, y también me motiva a mi. Es muy buena compañera y muy buena persona”.